Este es el cuento de El Jardín de las Mariposas Mágicas, pero primero veamos algunas observaciones para el educador o a los padres del niño o niña: Elementos del cuento: El jardin de las mariposas, Una bruja malvada y envidiosa, una niña valiente llamada Luna y los niños que escuchan y ven este cuento. ¿Cual es el objetivo educativo de este cuento? Este cuento enseña a los niños sobre la importancia de la valentía, la amistad y la perseverancia. También promueve la apreciación de la naturaleza y la comprensión de cómo nuestras acciones pueden afectar a otros seres vivos. Los niños pueden ser parte de la aventura ayudando a Luna a encontrar ingredientes mágicos para deshacer el hechizo de la bruja. Pueden buscar pistas visuales en el jardín y resolver acertijos simples para avanzar en la historia. Al interactuar con los personajes y el entorno, los niños se sumergen en el mundo mágico del cuento y experimentan la emoción de salvar el jardín mágico y a las mariposas. Esta narrativa busca cautivar a los niños con la aventura de Luna y transmitirles valores de valentía, amistad y amor por la naturaleza, todo envuelto en un entorno mágico y fascinante. VAMOS AL CUENTO: A partir de este punto, el educador o educadora, o los padres del niño o niña, deben de mostrar el video al niño o a los niños, para ayudarles en su imaginación. En un rincón escondido del mundo, donde los rayos del sol acariciaban suavemente la tierra y las flores bailaban al ritmo del viento, existía un jardín único y especial conocido como «El Jardín de las Mariposas Mágicas». Este jardín, lleno de colores vibrantes y fragancias embriagadoras, era el hogar de mariposas dotadas de poderes mágicos que llenaban el aire con su gracia y belleza. Sin embargo, un día sombrío, una malvada bruja conocida como Morgana, celosa de la alegría y la luz que irradiaba el jardín, lanzó un hechizo oscuro sobre las mariposas. El hechizo privó a las criaturas aladas de su magia, sumiendo al jardín en la tristeza y la oscuridad. En medio de este desastre, una valiente niña llamada Luna, cuyo amor por la naturaleza era tan vasto como el cielo, escuchó el llamado de ayuda del jardín. Con un corazón valiente y determinado, Luna se aventuró a través del bosque encantado hacia el jardín, decidida a restaurar la magia y la felicidad. Al llegar al jardín, Luna se encontró con una escena desoladora: las flores habían perdido su vitalidad, y las mariposas, antes resplandecientes, ahora yacían en silencio total sobre las hojas. Determinada en ayudar, Luna se acercó a una de las mariposas y escuchó su débil zumbido. La mariposa, apenas capaz de hablar, le explicó lo sucedido y le suplicó que deshiciera el hechizo de Morgana. Decidida a cumplir su misión, Luna se puso en marcha. Recorrió el jardín, buscando ingredientes mágicos que pudieran romper el hechizo. Con cada paso, descubría pistas y acertijos dejados por las mariposas para guiarla en su búsqueda. Se enfrentó a desafíos y obstáculos, pero con cada victoria, el jardín cobraba vida nuevamente. Finalmente, después de una búsqueda llena de aventuras y aprendizajes, Luna encontró el ingrediente principal: una lágrima de arcoíris, la esencia más pura de la magia. Con determinación, Luna regresó al corazón del jardín y pronunció las palabras mágicas, liberando la lágrima de arcoíris y deshaciendo el hechizo de Morgana. Con un destello de luz, la magia regresó al jardín. Las flores volvieron a florecer, y las mariposas recuperaron su brillo y su alegría. El jardín, una vez más, se convirtió en un lugar de maravilla y asombro. Agradecidas por su valentía y su amabilidad, las mariposas llevaron a Luna en un vuelo alegre por el jardín, llenando el aire con risas y canciones. Y así, entre risas y brillantes colores, Luna comprendió el verdadero poder de la amistad, la valentía y el amor por la naturaleza. Desde ese día, el Jardín de las Mariposas Mágicas floreció con una nueva luz, recordando a todos que, incluso en los momentos más oscuros, la esperanza y la magia nunca están realmente perdidas.