confianza y autoestima
El Club de la Amistad y el Valor 💪 | Cuento Infantil contra el Bullying
En el recreo, Santi observaba a Tomás, un chico nuevo en la escuela, quien estaba solo en una esquina del patio, con la cabeza baja y una expresión de tristeza. Cerca de él, un grupo de chicos liderado por Diego, un muchacho conocido en la escuela por su arrogancia, se reía a carcajadas mientras lo miraba y lanzaba comentarios hirientes. Diego y su grupo, se hacían llamar «Los Intocables», solían intimidar a los niños que parecían más tranquilos o solitarios. Para ellos, acosar a otros era un “juego” en el que siempre ganaban.
Santi se acercó a Tomás después de que Diego y sus amigos se alejaron riendo. Le preguntó si estaba bien, pero Tomás, con una sonrisa débil, intentó disimular, diciendo que solo había tenido un mal día. Sin embargo, cuando Santi insistió, Tomás finalmente le confesó en voz baja: “Es Diego y su grupo. No me dejan en paz, pero si le digo a alguien, seguro que todo se pondrá peor”. Santi entendió el miedo de Tomás, pero sabía que debía ayudarlo.
Esa tarde, Santi reunió a los miembros de «El Club de la Amistad» y les explicó la situación. Sabían que enfrentarse directamente a Diego y «Los Intocables» podría ser arriesgado, pero también que Tomás necesitaba ayuda. Después de discutir varias opciones, llegaron a un acuerdo: en lugar de enfrentar directamente a Diego y sus amigos, ayudarían a Tomás a recuperar su confianza y a ignorar las burlas. Además, se comprometerían a estar con él, en los momentos en los que podía sentirse más vulnerable, como el recreo o a la salida de la escuela.
Al día siguiente, el club comenzó su plan. A la hora del recreo, los amigos de Santi se acercaron a Tomás y empezaron a hablar con él como si nada pasara. Le contaron chistes y lo animaron, recordándole que siempre podía contar con ellos. Aunque al principio Tomás se mostraba incómodo y tímido, poco a poco empezó a relajarse en compañía de sus amigos. «El Club de la Amistad» también le enseñó técnicas para manejar las situaciones incómodas, como ignorar los comentarios hirientes y centrar su atención en los amigos que lo valoraban.
Durante los siguientes días, Diego y su grupo intentaron seguir molestando a Tomás. Pero esta vez, Tomás no reaccionaba como antes. Con el apoyo de «El Club de la Amistad», había aprendido a no dar importancia a los insultos. Cuando Diego lanzaba un comentario cruel, los amigos de Tomás seguían conversando y riendo, ignorando las burlas. Al principio, Tomás se sentía nervioso, pero con el tiempo, su confianza aumentó, y las palabras de Diego dejaron de afectarlo.
Un día, cuando Diego y su pandilla volvieron a acercarse para molestar a Tomás, él simplemente sonrió y siguió hablando con sus amigos sin mostrar ninguna molestia. Este cambio desconcertó a Diego y a los demás, quienes poco a poco perdieron interés al ver que sus insultos ya no hacían efecto.
Después, Diego y su grupo dejaron de molestar a Tomás. Ahora, Tomás se sentía seguro y feliz en la escuela, rodeado de amigos que lo valoraban. «El Club de la Amistad» se convirtió en un ejemplo de valentía y compañerismo, inspirando a otros estudiantes a defenderse sin recurrir a la violencia.
Al final del episodio, el club se reunió para celebrar su éxito. “Gracias a ustedes, ya no me siento solo ni asustado en la escuela”, dijo Tomás, con una sonrisa sincera. “Sé que tengo amigos que me apoyan, y eso me da fuerzas.”
Moraleja de la historia: La amistad y el apoyo de quienes nos valoran pueden ser las herramientas más poderosas para superar el miedo y la crueldad.